Se va la juventud año tras año; los días de promavera son fugaces y las frágiles flores mueren pronto. El sabio nos advierte que la vida es tan sólo una gota de rocío en una hoja de loto
Fernández Díaz consigue que todos seamos Fernández, página tras página, y que cerremos el libro, al fin, como quien se despide de un viejo amigo. Eso exactamente es la buena literatura. Lo demás son milongas. Arturo Pérez-Reverte.