El matrimonio es un contrato de afectividad que no garantiza nunca su cumplimiento, pues el cariño se revisa cada mañana.
Anhelaba sentir por fin algo concreto en su interior; necesidades definidas que establecieran una clara distinción entre el bien y el mal, entre lo útil y lo inútil; anhelaba una capacidad de elección aun cuando pudiera equivocarse; es decir, prefería en cualquier caso equivocarse a ir por el mundo sólo con la sensibilidad a flor de piel.
En estrategia, es indispensable tener la sensibilidad para la oportunidad.
Los hombres se rigen por las líneas de intelecto, las mujeres por las curvas de la emoción
Cualquier cosa que una persona mencione, cualquier frase dicha, desde un simple comentario, aparentemente inocente, hasta un pensamiento filosófico profundo, reúne dos condiciones: es la manifestación de un pensamiento, pero también la inevitable expresión de una emoción
Llamamos sentimentalismo a los sentimientos que no compartimos.
El sentimentalismo de los ingleses es humorístico y tierno, el de los franceses, popular y llorón, el de los alemanes, ingenuo y realista.