Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de vencer y cautivar para siempre la consciencia de estos débiles rebeldes, para su felicidad. Son: el milagro, el misterio y la autoridad.
La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores
Éste es el único sol que volverás a ver. Pero dispondrás de un milenio de noches para contemplar una luz que ningún mortal ha visto jamás, para arrebatar a las lejanas estrellas, como Prometeo, una luz infinita que te permitirá comprender todas las cosas.
No podemos tenerles simpatía a quienes tratan de arrebatar el poder del gobierno para satisfacer sus propios intereses personales.
Todo mundo puede llegar hacer cine, lo más difícil es vencer la barrera que te hace creer lo contrario.
Creo que la globalización realmente mantiene y fomenta diversos elementos de las identidades nacionales y culturales. No creo que todo esté siendo homogeneizado. En todo caso, tu comida, tu cultura y tu raza podría llegar a formar parte del mundo globalizado, y por lo tanto ser absorbida por otros países
¡Claro que un abogado puede encargarse de un caso así! El individuo tiene derecho a ser juzgado de acuerdo con muchos factores en relación con el acto confeso. Las circunstancias pueden afectar de manera vital el peso de las pruebas indiciarias. El acusado puede juzgarse, pero no puede sentenciarse. Sólo puede hacerlo el juez.
No tenía nada en contra de los zulús. No habían hecho ningún daño a los indos. Tenía dudas sobre la rebelión en sí. Pero por entonces, yo creía que el imperio británico existía para el bienestar del mundo. Un sincero sentido de lealtad me impedía desear ningún mal al imperio. Por lo tanto, la justicia o derecho de la rebelión no podía afectar mi decisión.
Muchas personas gastan dinero que no han ganado, para comprar cosas que no quieren, para impresionar a personas que no les agradan.
La belleza debe apelar a los sentidos, nos debe proporcionar un goce inmediato, nos debe impresionar e insinuar sin ningún esfuerzo de nuestra parte.
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección.
No esperemos a ser buenos y cordiales. Apresurémonos ya desde ahora a alegrar el corazón de nuestros compañeros durante la corta travesía de la vida
En la tierra nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para infundir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde y debilitar la envidia y el odio, como la Música
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Cuando escribo, pretendo recuperar algunas certezas que puedan animar a vivir y ayudar a los demás a mirar.
Me es posible mezclar mi aliento al suyo, embriagarme en la contemplación de sus facciones sin que me considere sospechosa de impureza y engaño. Teme que mi seducción le haga violar sus votos. ¡Qué injusto es! Si quisiera excitar su deseo, ¿Le ocultaría con tanto cuidado mis facciones? Esas facciones de las cuales a diario le oigo decir...Se interrumpió y se sumió en sus reflexiones.
El egoísmo tiene en cada hombre raíces tan hondas, que los motivos egoístas son los únicos con que puede contarse de seguro para excitar la actividad de un ser individual.
Actualmente necesitan golpearte en la cara, porque hay tantas cosas delante de ti, y todos somos tan insensibles, que realmente necesitas impactar para que tu mensaje llegue a la gente
La cámara tiene el poder de sorprender a la gente presuntamente normal de modo que la hace parecer anormal. El fotógrafo selecciona la rareza, la persigue, la encuadra, la procesa, la titula.
Es propio de un espíritu fuerte profundizar los asuntos que trata, y no dejarse sorprender por las apariencias.
El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza.
En la tierra nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para infundir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde y debilitar la envidia y el odio, como la Música
El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote.