Recuerden las mujeres que dispersas las fuerzas se debilitan y que para conseguir el bien común necesario es sacudir la apatía y elevarse por encima del bienestar del momento presente.
Hago saber a los paisanos criollos, que viendo el yugo fuerte que nos oprime con tanto el pecho, y la tiranía de los que corren con este cargo sin tener conmiseración de nuestras desdichas y exasperado de ellas y de su impiedad, he determinado sacudir este yugo insoportable y contener el mal gobierno que experimentamos de los jefes que componen estos cuerpos
En lugar de presentar certificados de buena conducta o temblar por si figuramos en alguna lista creo que deberíamos confesar gandhianamente: sí, somos veinticinco millones de sospechosos de querer pensar por nuestra cuenta, asumir la adultez y actualizamos creativamente, por peligroso que les parezca a bienintencionados guardianes.
...si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.
El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana
Las grandes personas, que son las buenas, son ante todo pródigas, y no se preocupan mucho de sus expansiones. Hay que reír y llorar, amar, trabajar, gozar y sufrir; en fin, vibrar todo lo que se pueda y en todos los sentidos. ¿No consiste en esto lo verdaderamente humano?
Sus voces hacen tremolar el viento y sus conciencias trepidar la tierra. Doblegan bosques enteros y aplastan ciudades, pero jamás bosque o ciudad alguna ha visto la mano destructora.
Siempre he cocinado con el objetivo de aportar algo técnico y conceptual a la cocina y de emocionar a los clientes.
Un amor en la sombra nos escucha, por no turbar el aire, ni respira.
...y un poco más tarde viene la pregunta que nadie se hace antes de obrar ni antes de hablar: 'Do I dare disturb the universe', porque todo el mundo se atreve a ello, a turbar el universo y a molestarlo con sus rápidas y pequeñas lenguas y con sus mezquinos pasos.
Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus cómplices.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.
La conciencia no es más que una palabra que emplean los cobardes para atemorizar a los valientes.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para atemorizar a los malos.
Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario, vuelve a sentir ese mismo dolor, ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario.
La melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente.
Actualmente necesitan golpearte en la cara, porque hay tantas cosas delante de ti, y todos somos tan insensibles, que realmente necesitas impactar para que tu mensaje llegue a la gente