Debemos instigar las contradicciones del régimen desde una posición socialista, desde la representación de los intereses de la clase trabajadora y nunca desde posiciones ambiguas.
Lo hermoso, que quizás es inseparable del arte, no está después de todo vinculada a este asunto, sino a la representación pictórica. De esta manera y en ningún otro arte se superar lo feo evitándolo.
Todo lo que veo es deseo venganza y trampa en la nación donde acampa la corrupción y el hampa, una estampa de desidia de conformismo y envidia la tibia fragilidad con la que lidian mis familias.
Hoy te ríes de quien quiere disfrazar tu espíritu, tu estampa en una rubia tonta que no sabe que es pensar
Sería un retrato frío, aburrido, impersonal. Me cansa pensarme.
Mi escritura es como un retrato de mi conciencia. Escribir es aceptar mi irrealidad, mi muerte, pero también mi realidad, mi única verdadera realidad. Porque no se trata solamente del plumbago de Autlán, de los manzanos de la casa de Tlalpan, o del césped de aquí, recién cortado: también yo me desrealizo y afantasmo con cada palabra que escribo.
La prueba es el ídolo por el cual el matemático se desespera.
La religión es el ídolo de la muchedumbre; ésta adora todo ello que no comprende.
El concepto hijo del hombre no es una persona concreta, perteneciente a la historia, una realidad singular, irrepetible, sino un hecho eterno un símbolo psicológico desligado del concepto del tiempo.
El arte es sintaxis sin semántica. Nada quiere comunicar. De otro modo seria un informe. Está más cerca del símbolo que de la enunciación. Se consagra a la redundancia.
Aprendí administración de las hormigas; música, oyendo los aguaceros; escultura buscando parecido a los seres en las líneas de las rocas; color, en la luz; poesía, en toda la naturaleza.
Un hombre tiene que ser escultura para satisfacer, una mujer para satisfacer solo sonríe, no es lo mismo tener el brazo tendido que la boca abierta