Saber de memoria no es saber: es tener lo que se ha dado a guardar a la memoria.
A veces resulta imposible lo más decisivo, lo que más nos ha afectado, y guardar silencio es lo único que nos salva en lo malo, porque las explicaciones suenan casi siempre algo tontas respecto al daño que uno hace o le han hecho.
¿Cómo puedo permanecer en el samsara alegremente y sin temores, cuando estoy dispuesto a reservar en mi corazón un lugar para estos interminables y persistentes enemigos, que son la causa de que aumente todo lo que me perjudica?
El inconsciente puede reservar mensajes esenciales para los oídos que sepan ponerse a la escucha.
El misántropo es hombre; por lo tanto, el humanista ha de ser en cierta medida misántropo. Pero es un misántropo científico, que ha sabido dosificar su odio, que odia primero a los hombres para poder amarlos después
No escatimar gastos para ahorrar dinero en este caso.