El miedo a la pérdida de identidad era descomunal. Tal vez eso había nacido con el asunto de Clapton es Dios, que había hecho que basara buena parte de mi autoestima en mi carrera. Cuando tuve que pasar a centrarme en mi bienestar como ser humano, y en la consciencia de que era un alcohólico que sufría la misma enfermedad que todos los demás, sufrí un colapso.
Me di cuenta de que era alcohólico cuando me levantaba a la mañana y necesitaba un vaso de vino.
Vendo Maverick 1977, cuatro puertas, en magníficas condiciones y perfecto estado, pero con el único defecto de tender a chocar cuando quien lo guía va ligeramente alcoholizado