Es un hecho que el ejercicio de la libertad de escoger conlleva la posibilidad de equivocarse, la posibilidad de una elección poco razonable o insensata. La falla no está en el intercambio, sino en la imperfección de la naturaleza humana. Y el remedio hemos de buscarlo en la responsabilidad, es decir en la libertad, que es la fuente de toda experiencia.
Sé tolerante con la imperfección ajena, no con la tuya.
La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos, y a falta de testigos declara contra nosotros.
Ya estoy acostumbrándome a los críticos: el uno elogia precisamente lo que al otro le pareció mal. No queda otro recurso que la propia crítica, el estudio y el trabajo. En este sentido estoy haciéndome, y sé que me falta mucho. Quiero ser un poeta, no un juglar.
Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón. Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar, y por eso decidí ir a pedir a Oz que me dé uno.
¿Escribo de causas y no describo los efectos? Escribo la historia de una carencia, no la carencia de una historia.
Si falla el capitalismo, podemos probar con el canibalismo
Es un hecho que el ejercicio de la libertad de escoger conlleva la posibilidad de equivocarse, la posibilidad de una elección poco razonable o insensata. La falla no está en el intercambio, sino en la imperfección de la naturaleza humana. Y el remedio hemos de buscarlo en la responsabilidad, es decir en la libertad, que es la fuente de toda experiencia.
Quizá este avión en particular tenga un problema. Puede que los cables de control no estén bien montados. O que haya un desperfecto eléctrico en los accionadores hidráulicos. Quizá hayan fallado los sensores de proximidad. O los sistemas informáticos. Revisaremos todos los mecanismos hasta que encontremos dónde se ha producido la avería y por qué. Ahora mismo, no tenemos ni la más remota idea.
Se ha declamado mucho contra el positivismo de las ciudades, plaga que entre las galas y el esplendor de la cultura corroe los cimientos morales de la sociedad; pero hay una plaga más terrible, y es el positivismo de las aldeas, que petrifica millones de seres, matando en ellos toda ambición noble y encerrándoles en el círculo de una existencia mecánica, brutal y tenebrosa
Todos vivimos en el cieno, pero algunos levantamos los ojos hacia las estrellas
Todo lo feo debilita y deprime al hombre. Le sugiere la decadencia, el peligro, la impotencia
La sospecha es la combinación de la impotencia y de la perversidad humana
La lógica del pensamiento tiene que acudir siempre en ayuda de la insuficiencia del conocimiento
En general las ideas no son una prueba de fortaleza, sino de la insuficiencia de la inteligencia humana.