La amistad es siempre provechosa, pero el amor algunas veces es perjudicial
La superstición es más perjudicial para Dios que el ateísmo.
El lujo es dañoso porque multiplica las necesidades de la vida, emplea el entendimiento humano en cosas frívolas y dorando los vicios hace despreciable la virtud, que es la única que produce los verdaderos bienes y gustos
¿Qué es más dañoso que cualquier vicio? — La compasión activa con todos los malogrados y débiles — el cristianismo...
Creo que el ateísmo es tan pernicioso como la superstición.
Que el mundo tiene sólo una significación física y no moral es el mayor error y el más pernicioso error fundamental, la verdadera perversidad del pensar, y en el fondo, es también lo que la fe ha personificado como el anticristo.
Cuando un juicio no puede enunciarse en términos de bien y de mal se lo expresa en términos de normal y de anormal. Y cuando se trata de justificar esta última distinción, se hacen consideraciones sobre lo que es bueno o nocivo para el individuo. Son expresiones de un dualismo constitutivo de la conciencia occidental.
Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración.
El hombre es la única especie viviente que tiene el poder de actuar como su propio destructor y es esa la manera en que mayormente ha actuado a través de su historia
Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo y el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer.
¡Escúcheme, hombre de corazón duro! ¡Escúcheme, orgulloso, severo y cruel! ¡Habría podido salvarme y devolverme la dicha y la virtud, pero no quiso! Usted es el destructor de mi alma, mi asesino, ¡Que caiga sobre usted la maldición de mi muerte y la de mi hijo aún no nacido!
Me he convertido en la muerte, el destructor de mundos.