De la mayoría de las publicaciones de arquitectura y de la prensa diaria, han desaparecido las palabras belleza, poesía, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento. Las palabras, serenidad, silencio, misterio, asombro, hechizo. Todas ellas muy queridas para mí.
Porque, como es lógico, no vamos a decir aquí que el Cristianismo sea el único culpable de todas esas miserias. Es posible que algún día, desaparecido el Cristianismo, el mundo siga siendo igualmente miserable. Eso no lo sabemos; lo que sí sabemos es que, con él, necesariamente todo ha de continuar igual
La verdadera libertad reside en un poder de decisión, de constitución de los problemas mismos: este poder, semidivino, implica tanto la desaparición de los falsos problemas como el surgimiento creador de los verdaderos: la verdad es que, en filosofía e incluso en otros campos, se trata de encontrar el problema y, por consiguiente, de plantearlos más aún que de resolverlos.
A mi parecer existe una enojosa tendencia a un exceso de cultura, lo cual conlleva un rechazo a la cultura, de la misma forma que la sobre-información suscita la desinformación o que la amenaza de desaparición de una cultura provoca el todo cultural. Porque algunos niños no muestran demasiado interés por la lectura, nos gustaría que existieran bebés lectores
Mientras el sistema de status permanece intacto, y mientras la clase ociosa puede emprender otros caminos de actividad no industrial que no sean los de matar el tiempo de un modo derrochador y carente de objeto, no cabe esperar ninguna desviación considerable del esquema general, establecido por la clase ociosa, de lo que es una vida merecedora de buena reputación.
Contra la inflación la única actitud correcta es el rechazo resuelto y airado; la menor desviación de esta conducta está mal.
La filosofía política, en el sentido en que hemos intentado describirla...Hoy está en decadencia o, quizás, en estado de putrefacción, si es que no ha desaparecido por completo.
Los hábitos arraigados siguen de pie aun después de haber desaparecido las necesidades que los formaron.
Mientras el sistema de status permanece intacto, y mientras la clase ociosa puede emprender otros caminos de actividad no industrial que no sean los de matar el tiempo de un modo derrochador y carente de objeto, no cabe esperar ninguna desviación considerable del esquema general, establecido por la clase ociosa, de lo que es una vida merecedora de buena reputación.
La desviación del hombre respecto del estado en que se hallaba originalmente en la naturaleza parece haberle proporcionado una fuente prolífica de enfermedades