Nunca, ni siquiera ante un ruego, administraré algún veneno letal como tampoco daré consejo para eso; nunca daré a mujer alguna supositorio para que aborte. del El juramento de Hipócrates en la obra La historia del aborto por Robert Jütte, pp 33, según la traducción Deichgräber
El aborto es defendido por gente que ya ha nacido
Existe en el corazón humano una generación perpetua de pasiones, de tal manera que la ruina de una coincide casi siempre con el advenimiento de otra.
... el arca de la alianza, en las grandes batallas de cuyo resultado dependía la victoria o la ruina de todo el pueblo, iba en medio del ejército, para que el pueblo, viendo presente, por así decirlo, a su rey, combatiera con todas sus fuerzas.
Seríamos pobres tipos, dignos de irnos al diablo, si no tratáramos de que toda tentativa en Alemania de golpear en el lomo a la revolución rusa termine en una derrota completa de la reacción germano-prusiana
Al final a uno lo derrotan siempre. Creo que la derrota es algo inherente a la condición humana, al hecho de vivir y de pelear. Por mucho que venzas, siempre al final hay alguien que te derrota, siempre hay un Rocroi, por mucho que triunfes siempre hay un iceberg esperando al Titanic.
El desapego significa no sentir ningún remordimiento por el pasado ni miedo por el futuro; dejar que la vida siga su curso sin intentar interferir en su movimiento y cambio, sin intentar prolongar las cosas placenteras ni provocar la desaparición de las desagradables. Actuar de este modo es moverse al ritmo de la vida, estar en perfecta armonía con su música cambiante, a esto se llama iluminación.
La verdadera libertad reside en un poder de decisión, de constitución de los problemas mismos: este poder, semidivino, implica tanto la desaparición de los falsos problemas como el surgimiento creador de los verdaderos: la verdad es que, en filosofía e incluso en otros campos, se trata de encontrar el problema y, por consiguiente, de plantearlos más aún que de resolverlos.