No solamente es la disminución de la arquitectura, sino también la del ser humano. No le ayuda al hombre a aliviar su ansiedad - sobresaliente fenómeno de este siglo - ni le desarrolla el uso placentero del pensamiento.
Todavía no se ah inventado la pastilla que pueda aliviar los síntomas de la soledad y el aislamiento que produce el final del día.
Los comunistas nunca renunciamos a manifestar nuestra convicción de que el comunismo y el socialismo son sistemas adecuados.
La grandeza de una persona se puede manifestar en los grandes momentos, pero se forma en los instantes cotidianos.
Un gran obstáculo en nuestro programa de energía limpia es el hecho de que en la actualidad no podemos quemar carbón o petróleo sin descargar su contenido de azufre al aire. Necesitamos una nueva tecnología que haga posible remover el azufre antes de ser emitido al aire
Quizá esto no aparezca tan claro al escribir, pues entonces siempre se alcanza algún resultado debido al talento y a la práctica, lo cual deja muy atrás su procedencia; pero en la lectura se revela inequívoco. Hoy día casi nadie lee; todos se sirven del escritor únicamente para descargar en él, de un modo perverso, los propios excedentes bajo forma de aceptación o repudio.
La vergüenza de confesar el primer error hace cometer muchos otros
Me has hecho confesar los miedos que siento. Pero te voy a decir ahora cuáles son las cosas que no me dan miedo. No me da miedo de estar solo, ni de ser pospuesto a otro, ni de abandonar lo que tenga que abandonar, sea lo que sea. No me da miedo el cometer un error, aunque sea un error de importancia, un error de por vida, tan largo tal vez como la misma eternidad.
Hay hombres capaces de sentir y hasta de sentir delicadamente e incapaces de exteriorizar sus sentimientos.
La tomaba como a un juguete; un juguete o un cerrado capullo de rosa que él hacía abrirse en cada noche de placer. Doña Flor iba perdiendo la timidez, entregándose a esa fiesta lasciva con creciente violencia, transformándose en amante impulsiva y audaz.
Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana.
Si bien uno tiene que sincerarse demasiado en la literatura y escribir lo que está dentro de sus vivencias, de lo que padece y lo que goza, pienso que me han ajustado al norte por comodidad: para mí sólo se trata de una invención, porque no soy un escritor enteramente realista; hay una recreación en las atmósferas, pero no una precisión por captar el espíritu.
Uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.
Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse