El Zen es, enfáticamente, un asunto de experiencia personal; si algo puede llamarse radicalmente empírico, eso es Zen. Ningún monto de lectura, de enseñanza, de educación ni de contemplación convertirá a uno enmaestro Zen.
La actitud que mantiene este nuevo hombre frente a la naturaleza será radicalmente diferente a la actitud que mantenía en épocas anteriores.