Cuando investigo y descubro que la fuerza de los cielos y los planetas está dentro de nosotros mismos, entonces sinceramente siento estar viviendo entre los dioses.
Si se continúa amando sinceramente lo que es en verdad digno de amor y no se derrocha el amor en cosas insignificantes y nulas e insípidas, se logrará, poco a poco, más luz y se llegará a ser más fuerte.