El dinero acuñado (...) no tiene más utilidad que la de facilitar el intercambio de productos, sirviendo de instrumento intermediario entre las ventas y las compras, puesto que los fines definitivos de los cambios no son el dinero. (...) No es en el dinero en lo que hay que pensar, sino en los cambios de las cosas que se tienen que vender y comprar.
El amor, tal como existe en la sociedad, no es más que el intercambio de dos fantasías y el contacto de dos epidermis
La mayoría de nuestros proveedores están conectados on line con Dell y constantemente intercambiamos información de negocio vital. Esa es justamente la clave de poner a Internet a trabajar para un negocio
Trabajo sin equipo, sin secretaria, sin diseño por computadora. Ni siquiera tengo un teléfono celular. Es un negocio muy pequeño: solo yo.
La felicidad es una cosa loca, pero tan delicada también. Tiene flores y amores de todos los colores, tiene nidos de pajaritos, todo eso ella tiene, y es por ella ser así tan delicada que yo siempre la trato bien
Uno de los grandes secretos del trato con los hombres consiste, para los inteligentes, en fingir menos inteligencia de la que tiene, y para los tontos, en fingir más.
Éste será el paraíso terrenal anunciado, cuando toda la humanidad se reúna bajo la tienda de la unidad en el Reino de Gloria.
Trabajo diariamente como si me fuera a quedar toda la vida, y no ignoro que puedo dejar de pertenecer mañana. Tampoco quiero alardear de fortaleza, pero es muy difícil que deje de luchar. Es mucho más probable que decidan por mí, que yo decida. Frente a la adversidad, siempre sigo luchando. Y sé hacerlo del único modo que se lucha en la adversidad: en soledad. Porque como la derrota produce sensaciones desagradables, es natural que todo el mundo tienda a distanciarse del que protagoniza la derrota. En este caso, me toca liderar a mí un proyecto que está desilusionando, y es natural que eso se viva en soledad, sin compañía. Y lo digo exactamente así: me parece natural, me parece lo normal, me parece que es lo que sucede siempre.
Nuestro cuarto es almacen de recuerdos y nuestra mesa aeropuerto de moscas
Asesorarse con los técnicos del Fondo Monetario Internacional es lo mismo que ir al almacén con el manual del comprador, escrito por el almacenero
La cuestión de la arquitectura es de hecho el problema del lugar, de tener lugar en el espacio. El establecimiento de un lugar que hasta entonces no había existido y que está de acuerdo con lo que sucederá allí un día: eso es un lugar.
Matar un error es tan buen servicio como, y algunas veces aun mejor que, el establecimiento de una nueva verdad o hecho
Sí, el futuro es de los grandes capitales y de los esfuerzos centralizados de las grandes masas. Toda la industria y todo el comercio, acabarán por no ser más que un inmenso bazar único, donde la gente podrá proveerse de todo.
Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra.
La competencia lleva por tanto, de la mano de su tendencia a muchas pequeñas ganancias y de su alto nivel de actividad económica, a la producción masiva, ya que cuanto más pequeña es la ganancia en cada uno de los bienes, más antieconómica resulta la rutina comercial y cuanto más dura es la competencia menos posible resulta llevar adelante un negocio con métodos anticuados y poco imaginativos.
Si uno conoce a los actores y aprende las normas y la jerga, se desenvuelve a la perfección, como en cualquier otro lugar. Hay que ajustarse a la etiqueta local y no cabrear a la gente.
En los casos de exterminios masivos de personas la población local no profesa un odio sanguinario contra las mujeres, los ancianos y los niños que van a ser aniquilados. Por ese motivo, la campaña para el exterminio masivo de personas exige una preparación especial. En este caso no basta tan sólo con el instinto de conservación: es necesario incitar en la población el odio y la repugnancia.