Esa pizca de sal del adulterio aporta insospechados alicientes al placer.
Tu canción tiene el frío del último encuentro. Tu canción se hace amarga en la sal del recuerdo. Yo no sé si tu voz es la flor de una pena, sólo sé que al rumor de tus tangos, Malena, te siento más buena, más buena que yo.