Ni lo uno ni lo otro. Toda la obra de Costa está impregnada de un verdadero culto a la libertad. Y esto es a mi juicio más auténticamente representativo de la personalidad de Costa que unas cuantas frases pronunciadas o escritas las más de las veces a propósito de temas de los que provocaban con mayor agudeza su falta de ponderación y mesura, no tanto en las ideas como en las palabras.
El hombre culto vive hacia dentro; el civilizado, hacia fuera, en el espacio, entre cuerpos y hechos.
Es duro pensar que quizá no hay futuro para un poeta urbano en un mundo con Gran Hermano.(Es de Nach)
La composición total es una tentativa de crear un nuevo paisaje urbano mezclando pedazos fuertemente geométricos y simbólicamente cargados. El resultado es una constelación de formas geométricas bien definidas que compongan una nube con forma indeterminada.
Un caballero debe ser cortés y nunca agresivo, próximo, pero jamás atrevido; matar pero nunca humillar; ningún signo de deshonestidad puede ser encontrado en su morada; su alimentación nunca es pesada; incluso el menor error es corregido, pero sin acusación. Así es la fuerza de la voluntad.
El hombre que se muestre solícito y cortés con un extranjero demuestra que es ciudadano del mundo.
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter.
El pulido y el acabado son al estilo lo que el barniz a los cuadros; los conserva, los hace durar, de alguna manera los eterniza.