La oración es la llave de la mañana y el cerrojo de la noche
No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.
Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad a que se cierre movida por la convicción.
Llame usted al banco Hispanoamericano y dígale al director que no cierre y que se espere
Nadie tiene en Colombia la autoridad de cerrar con candado el camino hacia la paz