Cada forma de clasificar una cosa es solamente una manera de manejarla para un cierto propósito particular.
La lucha de clases...Es la lucha por clasificar y en contra de ser clasificado, al mismo tiempo que es, indistinguiblemente, la lucha entre las clases constituidas. (...) No luchamos como clase trabajadora, luchamos en contra de ser clase trabajadora; en contra de ser clasificados. Nuestra lucha no es la del trabajo alienado: es la lucha contra el trabajo alienado.
Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres.
El derecho no hace otra cosa que ordenar la resistencia, destruir, no fundar; el deber edifica y asocia.
Se puede calificar de hombre superior el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.
Un periodo culminante, aunque sus efectos no puedan ser percibidos por entero hoy... Los historiadores futuros que investiguen 1962 pueden perfectamente calificar este año de aquel en que la marea empezó a retroceder
¿Por qué esta necesidad de analizar, clasificar y etiquetar cada nueva relación?
El poder de las palabras se le ha subido al hombre a la cabeza en mas de un aspecto. Definir significa casi lo mismo que comprender. Y más importante: Las palabras han permitido al hombre definirse, etiquetar parte de su experiencia como yo.
Una canción mía sufre varias etapas: la compongo y quizás comienzo en un estilo musical definido, pero no me gusta encasillar las composiciones y al final, cada uno toma un determinado derrotero: rumba, rock, balada, una mezcla de estilos que no suele atenderse demasiado a los cánones preestablecidos