Hay que aprender a enfrentar la incertidumbre puesto que vivimos una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo está ligado. Es por eso que la educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento.
Todos los sentimientos son parte de la maravillosa y siempre cambiante sensación de estar vivo. Si amamos a todos los diferentes sentimientos, se convierten en otros tantos colores del arco iris de la vida.