Hay rudeza en los latinos. La moderación, una moderación noble y de buen gusto, distingue a los griegos y, sobre todo, a los atenienses.
No soy un político de profesión. Nadie debe serlo, ya que nadie debe hacer prebenda y granjería del noble ejercicio del mandato parlamentario; pero sí soy -y con orgullo lo reconozco- político vocacional. Amo la política porque ella constituye un nobilísimo apostolado que le permite, a quien lo ejerce con decoro y patriotismo, servir a su pueblo y a su patria
Mi orgullo caballeresco encuentra despreciable el hacer promesas.
Tan gentil y tan honesta luce mi dama cuando a alguien saluda, que toda lengua temblando quédase muda, y no se atreven los ojos a mirarla
Feliz mil veces quien la ve y la siente; al nacerle el alma al punto empieza todo humilde pensar, toda dulzura, y no sabe, admirarla sonriente, si en ella se excedió naturaleza, o el milagro gentil tanta hermosura
Todo hombre lo bastante inteligente y generoso para aportar a la empresa su esfuerzo, por pequeño e insignificante que sea, obtendrá de la lucha misma un noble goce que no estará dispuesto a vender por ningún placer egoísta
No era indispensable ser patriota y nacionalista para ser generoso y valiente.
Una vez tuve un gorrión posado en mi hombro por un momento mientras yo estaba cavando en un jardín del campo, y sentí que era más distinguido por ese suceso de lo que hubiera sido por cualquier charretera que hubiera podido llevar
Con firmeza, con serenidad, con coraje, que son los valores que tenemos la inmensa mayoría de los Venezolanos, y que nos han distinguido por generaciones, y por lo que somos reconocidos, por lo que hemos hecho, por construir ésta república
Tenía un escritorio particular, pero no lo usaba mucho. Pasé revista a su cajón una vez: contenía un conjunto de cáscaras de muchas clases de nueces. Para este perspicaz estudiante, toda la noble ciencia del derecho cabía en una cáscara de nuez.
El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.
Una vez tuve un gorrión posado en mi hombro por un momento mientras yo estaba cavando en un jardín del campo, y sentí que era más distinguido por ese suceso de lo que hubiera sido por cualquier charretera que hubiera podido llevar
Pero el hecho de que cada hombre económico, en cualquier país, acepte cambiar sus bienes por pequeños discos metálicos aparentemente carentes de utilidad como tales, o por documentos que los representen, es un procedimiento tan opuesto al curso normal de los acontecimientos que no puede parecernos sorprendente que hasta un pensador tan distinguido como Savigny lo encuentre claramente misterioso.