De este real paraíso verde jaula es un laurel de tres dulces ruiseñores que cantan a dos y a tres.
Así como el animal en cautividad recorre a diario la jaula para desentumecer sus patas o mide la longitud de su cadena, así mido yo la longitud de la mía, remontándome hasta la muerte, para desentumecer mis miembros, y hacer más llevadera la vida.