En el fútbol juega la fuerza, la inteligencia y la picardía sana del jugador.
A veces la picardía crioya es sólo desesperación, Mendieta.
En toda negociación, el hombre honrado está destinado a llevar la peor parte, mientras que la picardía y la mala fe se apuntan finalmente los tantos.
La unidad de Gaviria: ése mide 280 Uribes, que es la máxima posible indignidad y bellaquería a que puede llegar una persona en Colombia.
Un jugador de ajedrez es primordialmente un actor. Se sienta en el escenario preguntándose qué jugada le va a agradar más a la concurrencia.
Esa jugada no la vuelve a hacer ni en la repetición instantánea.