Por ti mares de sangre los hombres han llorado. El fuego de tus ojos al sacrilegio incita, y la eterna sonrisa de tu boca maldita de pálidos suicidas el infierno ha poblado.
El carácter consiste ante todo en no dar importancia al ultraje o al abandono de quienes están con nosotros.
El reclutamiento de cada granuja errante... para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.
La maldición fortifica; la bendición relaja.
¡Escúcheme, hombre de corazón duro! ¡Escúcheme, orgulloso, severo y cruel! ¡Habría podido salvarme y devolverme la dicha y la virtud, pero no quiso! Usted es el destructor de mi alma, mi asesino, ¡Que caiga sobre usted la maldición de mi muerte y la de mi hijo aún no nacido!
El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obre bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía
La cortesía puede ser más pesada que la insolencia cuando el representante de una empresa no se permite siquiera un pequeño gesto de espontaneidad.
...el príncipe no debe preocuparse de incurrir en la infamia de aquellos vicios sin los cuales difícilmente podría salvar el estado...
Yo he visto llorar muchos hombres por la infamia con que se les entregaba; y yo mismo he llorado más que otro alguno, cuando a las tres de la tarde del 27 de junio de 1806, vi entrar a 1.560 hombres ingleses, que apoderados de mi patria se alojaron en el fuerte y demás cuarteles de la ciudad.
... los miembros y pedazos de España, que estaban por muchas partes derramados, se redujeron y juntaron en un cuerpo y unidad de reino. La forma y trabazón del cual así está ordenada que muchos siglos, injuria y tiempos no la podrán romper ni desatar
La injuria que hacemos y la que sufrimos no son pesadas en la misma balanza.
Comúnmente cuando alguno está muy pobre, dicen que está haciendo versos. Parece que esta voces poeta y pobre son sinónimas, o que el tener la habilidad de poetizar es un anatema para perecer.
La poesía es un artículo de primera necesidad para los individuos y para los pueblos. De alguna manera restaura un idioma, sobre todo frente a los embates de los medios de comunicación, de su obscenidad y vulgaridad.
La obscenidad reinará en el mundo desde el 60
Aquello fue tan triste y tan negro como una visita de pésame en el Níger, y sólo bajo juramento podía creerse que se trataba de la primera audición de una comedia cómica que justamente un año más tarde, había ya recorrido triunfalmente todos los escenarios de España
Nací para adorarte, te adoré, me prometí amarte, te amé, juré no separarme de ti, y nunca te dejaré. Porque te amo y ese es mi juramento