Es un embuste aquello de que Bolivia se hizo contra la realidad geográfica e histórica. Sólo por el capricho y la ambición de los doctores altoperuanos.
En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad.
No hay nada más natural que el considerar todo como a partir de uno mismo, elegido como el centro del mundo, uno se encuentra por lo tanto, capaz de condenar el mundo sin siquiera querer oír su cháchara engañosa.