Es igual que tengan o no la apariencia de no estar conformes ante tu sexo alado como una flor de las catacumbas viejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas jueces abogados vacilantes saben muy bien que toda jerarquía termina ahí.
No importa que yo muera. No morirá el impulso. Tú marcaste el sendero, alado corcel mío, y así será más fácil a mi hermano, seguir hacia adelante, por mis huellas, una vez.