Sus pezones eran pequeños y se veían delicadamente sonrosados en comparación con la amplia expansión de sus senos. Sus pezones eran muy finos. Eran una incongruencia más en el cuerpo de Vida.
Hay hombres capaces de sentir y hasta de sentir delicadamente e incapaces de exteriorizar sus sentimientos.
He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas.
Nadie puede pensar lo que quiere ni hacer pensar a otro lo que a él se le antoje. Lo único que puede hacerse es observar atentamente a una persona; generalmente se puede decir luego con exactitud lo que piensa o siente y, por consiguiente, también se puede predecir lo que va a hacer inmediatamente.