La tragedia de un ser era la victoria de otro. Así son todas las demás cosas del mundo -se decía Lope, con ánimo ligero- y hay que andar alerta y madrugar.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor
Pero surge en el mundo otro tercer vértice de la inquietud social: los que quieren justicia sin prosternarse ni ante Moscú, ni ante Berlín, ni ante Nueva York.
El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo y la inquietud en el alma.
Acumular riquezas proporciona gran zozobra
Siempre es grato elevar nuestro pensamiento a los días de la infancia, esa edad de ilusiones color de rosa, en que libres de toda zozobra sobre el mañana, creemos que el mundo no se extiende más allá de nuestros juguetes y del espacio que abarcan nuestros ojos.
Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado
Contigo, mano a mano busquemos otros prados y otros ríos, otros valles floridos y sombríos, donde descanse, y siempre pueda verte ante los ojos míos, sin miedo y sobresalto de perderte.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que sí.
De qué susto están hechos mis latidos en los momentos en que se escucha un gallo misterioso y el cielo es un azul de lactancia que conmueve.
Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba por primera vez en su tosca desnudez original, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción de terremoto
Creo que es imposible expresar cabalmente, el éxtasis y la conmoción que siente el alma cuando ha sido salvada, diría yo, de la mismísima tumba.