Brevísima y llena de congoja es, en cambio, la vida de los que olvidan el pasado, no se cuidan del presente y temen el porvenir
Lo característico de la vida actual no son la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza.
Del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón y toda distracción de los sentidos
Mi preocupación es enseñar a mis aspiraciones a conformarse con los hechos, no intentar que los hechos armonicen con mis aspiraciones.
No me sometí al procedimiento de hacerlo rápido pero mal, y defendí los intereses del Athletic. Esos cambios constantes, tienen que ver con mi preocupación porque se respeten los intereses de la institución para la que trabajo.
Creo que la ansiedad que circula en mi vida nace de un desequilibrio entre lo que soy lo que debería ser. Mi ansiedad no se origina en una visión del futuro sino en el deseo de sujetarlo a mi voluntad.
Somos un país donde todos los que vinieron aquí rompieron raíces antiguas al dejar su país natal. Eso crea una ansiedad a largo plazo. Así que en los Estados Unidos la renuncia a provocar un disturbio siempre está ahí sentada, en oposición al otro gran deseo estadounidense, que es expresarse a uno mismo, ser libre y tener libertad de palabra.
Es preciso recordar que siempre hay un futuro, futuro que es inexorablemente incierto. Con esto no quiero dar un mensaje de pesimismo, ni mucho menos, ya que la incertidumbre puede terminar tanto negativa como positivamente, con la ventaja de que el ser humano tiene facultades para inclinar la balanza a su favor.
Cada suicida sabe dónde le aprieta la incertidumbre
La obsesión por el agotamiento de las reservas y por la detención de los motores, la idea de una decadencia no reversible, traduce ciertamente esta angustia propia del hombre moderno.
En el silencio de la noche, se oyen gemidos, suspiros ahogados llenos de angustia y de sufrimiento, desgarradoras voces que piden socorro: ¿Quién podrá jamás describir las horribles agonías de esta trágica noche?
El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del castigo y el lugar de obtención de la verdad. Y de la misma manera que la presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento de culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado del tormento es a la vez una medida para castigar y un acto de información.
Del tormento se libra el que fácilmente lo sufre.
La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de antiguas civilizaciones. No es la pérdida de una guerra lo que arruina a la humanidad, sino la pérdida de la capacidad de resistencia, que pertenece a la pureza de la sangre solamente
Se pensó en bombardear el petrolero Prestige con aviones F-18 para producir el incendio del combustible o el hundimiento del buque
Que la eternidad fluya por mis manos y en los labios el alboroto colosal del cosmos.
Cuando ven a un hombre que piensa libremente, los clérigos arman un alboroto similar al de las gallinas que descubren entre sus polluelos a un patito que se lanza al agua. No piensan que algunos viven tan seguros en este elemento como ellos en seco.
Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansía en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en mí.
¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis
El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras.
La inconstancia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos.
Una mirada de susto o de sorpresa de una de ustedes cuando yo hablaba duramente, me corregía como ningún reto podría hacerlo; el amor, el respeto y la confianza de mis niñas era la recompensa más dulce que pudieran recibir mis esfuerzos para ser la mujer que ellas debían imitar.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que sí.
No vale la pena especular sobre ello, ya que el alivio aunque fue sólo un alivio comparable al que un latigazo produce en medio de una gran tensión o un relámpago a mitad de un día sofocante vino con el último cambio y se produjo con gran precipitación.
La tensión entre las exigencias de la conciencia moral y las operaciones del yo es sentida como sentimiento de culpa
El viaje se transforma en una estrategia para acumular fotografías. La actividad misma de fotografiar es tranquilizadora, y atempera esa desazón general que se suele agudizar en los viajes.