A una y otra mano, allí donde me crecían las estrellas, lejos de todos los cielos, cerca de todos los cielos: ¡Cómo se vela allí! ¡Cómo se nos abre el mundo a través de nosotros!
Mientras que las nubes en el cielo ya se van tiñendo de carmín, duerme niña, duerme sin recelo, que velando estoy cerca de ti.