A los últimos a quienes perdonamos su infidelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado.
La infidelidad es como estar de socio con alguien y robar dinero de la caja.
El fundamentalismo es siempre una falsificación de las religiones.
La falsificación de moneda, por tanto, es inflacionaria, tiene un efecto de distribución, distorsiona el sistema económico y equivale a un sigiloso y malicioso robo y a la expropiación a todos los legítimos propietarios de la sociedad.