A menudo el ser amado no es el que desencadena el imperio lentamente acumulado en el corazón del que ama. El amor es una cosa solitaria. Este descubrimiento es el que hace sufrir.
El hombre mejor no es nunca el que fue menos niño, sino al revés: el que al pisar los treinta años encuentra acumulado en su corazón el más espléndido tesoro de la infancia.