Sigue tus deseos mientras vivas y no hagas más de lo que es debido; no disminuyas el tiempo de seguir tus deseos, ya que desperdiciar el tiempo es una abominación para el espíritu... Cuando ganes riquezas, sigue tus deseos, ya que la riqueza no es ganancia si uno está inactivo.
La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.
¡Cuántos dramas de familia, cuántas tragedias sangrientas había producido aquel monstruo con sus trampas! Tenía invenciones sorprendentes. Y, sin duda, que la más curiosa, la más horrible, y la más peligrosa de todas, era la cámara de los suplicios.
El monstruo en su laberinto; y el tonto en su lío.
Como el judío jamás poseyó una cultura propia, los fundamentos de su obra intelectual siempre fueron tomados de fuentes ajenas a su raza, de modo que el desarrollo de su intelecto, tuvo lugar en todos los tiempos dentro del ambiente cultural que le rodeaba. Nunca se produjo el fenómeno inverso.
La autoridad es, pues, necesariamente una relación (entre agente y paciente): es, entonces, un fenómeno esencialmente social (y no individual); es preciso que existan dos, por lo menos, para que haya autoridad.
La Constitución del 86 ha hecho de Colombia algo peor que un coloniaje y peor que una monarquía. Cercano está el momento en que veremos al pueblo barriendo con este engendro cavernario.
Pero te advierto que el dios que invocaba es sólo polvo y ceniza, y al invocarle lo confundía de extraña manera con el propio demonio que le engendró a él.
Aquel que en toda cosa está instruido, varón será perfecto y acabado; siempre aconsejará lo más valido. Bueno también será el que, no enseñado, en el tratar sus cosas se rigiere por parecer del docto y buen letrado. Mas el que ni el desvío lo entendiere, ni tomare del docto el buen consejo, turbado terná el seso y mientras fuere, será inútil en todo, mozo y viejo
No tiene, pues, Amor ni tu belleza o dureza o fortuna o gran desvío la culpa de mi mal, destino o suerte; si en tu corazón muerte y piedad llevas al tiempo, el bajo ingenio mío no sabe, ardiendo, sino sacar de ahí muerte
La desviación del hombre respecto del estado en que se hallaba originalmente en la naturaleza parece haberle proporcionado una fuente prolífica de enfermedades
Sin desviación de la norma, el progreso no es posible.