En eso sí estuvo de acuerdo el señor Barriga; pero nos contó que también hay muchos otros que andan vestidos de traje y corbata, y que son los que más roban. Y nos explicó que estos rateros de traje y corbata se disfrazan a veces de cosas que los niños todavía no podemos comprender muy bien, pero que luego, cuando seamos adultos, los vamos a encontrar hasta en la sopa.
El esfuerzo constante por comprender el Universo es una de las raras cosas que elevan la vida humana por encima de la farsa y le confiere la dignidad de la tragedia.