De esperar se trataba, pintaba esperanza. Y aprendimos a esperar, sin pensar que la espera pudiera ser tan larga. Esperábamos dentro de las casas, al calor del brasero, en nuestros cuartos de atrás, entre juguetes baratos y libros de texto...
Creemos que con la edad aumenta la prudencia, sin pensar que también aumenta el conformismo.
La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se demuestra por la razón.