La total ceguera espiritual para todo lo bello que hoy se extiende tan rápidamente por todas partes, es una enfermedad mental que debe ser tomada en serio aunque más no sea porque es correlativa de una insensibilidad frente a lo éticamente execrable.
Las compañías deben también aceptar que el cambio es una parte grande de la realidad de los negocios. La voluntad de cambiar es una fortaleza, aunque signifique lanzar a parte de la empresa hacia la confusión total durante un tiempo... Mantener los ojos abiertos para el cambio es tanto emocionante como divertido.
La poesía puede hacer realidad un orden, en el que finalmente podemos crecer hasta la dimensión que hemos almacenado mientras crecíamos, un orden que satisface lo que es apetecible para la inteligencia y aprehensible por el afecto.
Cuando yo estuve en Vietnam, había mucha comunicación basada en las emociones. Pero lo que finalmente hacían algunos de nuestros más grandes líderes fue que ellos podían hablar a nuestros espíritus. Ellos podían hablar mucho más allá que nuestros miedos de morir y hablaban directamente a nuestras almas, esa parte de nosotros que es tan poderosa que nos hace invencibles.
No digas pocas cosas en muchas palabras, sino muchas cosas en pocas palabras
Si se me pidiera que definiera en pocas palabras el término arte, lo llamaría la reproducción de lo que los sentidos perciben en la naturaleza a través del velo del alma.
El brío del texto (sin el cual en suma no hay texto) sería su voluntad de goce: allí mismo donde excede la demanda, sobrepasa el murmullo y trata de desbordar, de forzar la liberación de los adjetivos que son las puertas del lenguaje por donde lo ideológico y lo imaginario penetran en grandes oleadas.
No fuera menor; y en suma si no queréis sea mi pluma la azada de vuestra huesa, no me tengáis más en calma, que del cuerpo es quien os cura tan confesor, como el cura es el médico del alma.
Me explicaba que ser un ángel significaba amar lo bueno, no hacer daño a los demás y llevar el cuerpo y la ropa limpios. Mis verdaderos maestros fueron el teatro, los libros, en su momento, y por último personas que no tenían relación con mis padres.
Pasó un mes antes de que la gestalt de drogas y tensión en la que él se movía convirtiera aquellos ojos perpetuamente asustados en pozos de reflexiva necesidad. Vio cómo ella se fragmentaba, se quebraba como un iceberg, y cómo los trozos se alejaban a la deriva, y por último vio la necesidad cruda, la hambrienta armadura de la adicción.
Buscamos la felicidad en los bienes externos, en las riquezas, y el consumismo es la forma actual del bien máximo. Pero la figura del consumidor satisfecho es ilusoria: el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz. Podemos buscar la felicidad en el triunfo, en la fama, en los honores. Pero ¿no es todo eso sino pura vanidad, en definitiva nada o casi nada?
El que quiere ser opositor y el que dice ser un revolucionario, todos entran y salen de esta ciudad Valiente, que en definitiva es Bendita, por su gente. Ciudad Bendita.
La muerte llegará, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.
En ningún momento he dudado que las mujeres son tontas. al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres
Porque es un hecho bien establecido que el presente no existe sino en la medida en que se hace pasado y ya pasó... como la juventud. en resumidas cuentas sólo nos va quedando el mañana: yo levanto mi copa por ese día que no llega nunca pero que es lo único de lo que realmente disponemos
El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez.
Dejo la casa donde nací, dejo la aldea que conozco, por un mundo que no he visto. Dejo amigos por extraños, dejo la ribera por el mar, dejo en fin cuanto quiero bien... ¡Quién pudiera no dejar!
Es preciso no estar en sus cabales para que un hombre aspire ser poeta; Pero, en fin es sencilla la receta. Forme usted líneas de medida iguales, y luego en fila las coloca juntas poniendo consonantes en las puntas. ¿Y en el medio? ¿En el medio? ¡Ese es el cuento! Hay que poner talento
Cuando los sentimientos finalmente se expresan te hacen llorar, es simplemente eso.
Cuando percibí que todos finalmente tendrían su propio home page, tuve la inspiración de regalar home pages y organizarlas en categorías.
No digas pocas cosas en muchas palabras, sino muchas cosas en pocas palabras
Si se me pidiera que definiera en pocas palabras el término arte, lo llamaría la reproducción de lo que los sentidos perciben en la naturaleza a través del velo del alma.
Los periódicos en España se hacen, en primer lugar para que los lean los periodistas; luego los banqueros; más tarde, para que el poder tiemble y, por último e inexistente término, para que los hojee el público
Quise ponerme de pie, pero estaba retenido en mi sitio, y en la imposibilidad de hacer ningún movimiento. Un frío glacial traspasó mis miembros; sentí el escalofrío de la fiebre: mis visiones se convirtieron en ensueños, y por último quedé dormido.
-Fascista no es únicamente el que alza el brazo en público. al fin y al cabo ése es el menos peligroso, puesto que al menos tiene el valor de declararlo. Fascista es aquel que, además, se disfraza de demócrata, al igual que el peor pederasta es el que canta misa y viste sotana.
La muerte llegará, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.
El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez.
Porque es un hecho bien establecido que el presente no existe sino en la medida en que se hace pasado y ya pasó... como la juventud. en resumidas cuentas sólo nos va quedando el mañana: yo levanto mi copa por ese día que no llega nunca pero que es lo único de lo que realmente disponemos
Respecto a sus pacientes de más de 35 años de edad: No ha habido uno de ellos cuyo problema no haya sido en fin de cuentas el de hallar un concepto religioso de la vida.
Me propuse adquirir esa influencia a toda costa; para ello fue preciso hacerme gaucho como ellos, protegerlos, hacerme su apoderado, cuidar de sus intereses, en fin no ahorrar trabajo ni medios para adquirir más su confianza.