Su voz, semejante al principio al chasquido de los arbustos, tardó en volverse real mediante metamorfosis que mi tronco parecía acompañar, alargándose y reduciéndose con un murmurar de vértebras.
En vano tallamos lo mejor posible ese tronco misterioso que es nuestra vida; la veta negra del destino aparecerá siempre.
El estado ideal no es aquel en que cada uno tiene acceso a la misma cantidad de riqueza, sino en proporción a su contribución a la riqueza general.
Por eso aunque sea legítimo el acceso directo a Cristo, los congregantes marianos creen interpretar fielmente el pensamiento de Cristo al ir a Él por medio de María y por eso la hacen a Ella centro especial de su culto, de un amor; su acceso a la congregación significa una ratificación expresa de su consagración a Ella como Reina, como Madre, como La Mediadora...
¿Dónde está el descanso de los días, la avenida con tomillo, el aroma de verónica que prometiste, la nata y la miel que dijiste que había ganado, la felicidad que procede de las tareas bien hechas, la serenidad que el deber nos concede, las bendiciones de las buenas obras?
No sé cómo había gente dispuesta a trabajar para él. Cuando se mudaron a la avenida Central, lo primero que pidió a los operarios de mudanzas fue que instalaran su escritorio, y el primer lugar donde lo quiso no fue el despacho rodeado por paneles de vidrio sino el mismo centro de la planta de fabricación, de modo que pudiera vigilar a todo el mundo.
La dignidad no marcha por una carretera recta. El camino por recorrer son múltiples caminos que se hacen al andar: caminos, entonces, que resisten definición. Más que una marcha, es un caminar, un andar. Un caminar, pero no simplemente un pasear. La dignidad es siempre un caminar en contra de: en contra de todo lo que niega la dignidad
Cuando tengo opción entre una carretera y una autopista de pago, yo escojo la de pago, hago una inversión en salud
Estamos dispuestos a celebrar conferencias, no solo para terminar con la carrera de armamentos, sino para reducirlos al máximo, hasta llegar al desarme completo y general
Cada vez que se habla de Raúl aparece la palabra siempre. Debería llamarse Raúl Blanco Siempre. Su influencia en la institución entera es muy poderosa en estos momentos. Estamos hablando de la mitad de su carrera deportiva. Impresionante.
Ni el vil acatamiento de la prensa del franquismo se puede comparar con el vasallaje corrupto y de consecuencias tan nefastas para la ciudadanía como el que tienen los medios de comunicación catalanes
El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos.
Plenilunio de otoño; paseo en torno al estanque toda la noche.
En resumen: 1) El cosmos es una rueda de la fortuna gigante dando 10 000 revoluciones por minuto. 2) El hombre es una mosca mareada dando un paseo en esa rueda. 3) La religión es la teoría de que la rueda fue diseñada y puesta en marcha para darle el paseo
La vida escribió un amigo mío es un recital público de violín en el cual uno va aprendiendo a tocar el instrumento mientras va interpretando.
Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.
No hay que escribir sino en el momento en que cada vez que mojas la pluma en la tinta, un jirón de tu carne queda en el tintero.
Se aferró a ese jirón de esperanza. Sabía que le amaba. Eso no había cambiado. La misma noche anterior había hecho el amor de forma frenética, como alguien que saciara una sed terrible. Y después de que él quedara satisfecho había rodado encima de él, besándole con avidez, jadeando entre su barba mientras gozaba una y otra vez, hasta quedar tan exhausta de placer que no pudo seguir.
Es sobre la base de la voluntad del individuo, que la enseñanza libertaria puede ser encarnada en la vida real y limpiar el sendero que ayude al Hombre a deshacerse de todo espíritu de sumisión de su seno.
La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero
Mientras trabajaban en cubierta, veían a menudo un destructor que cruzaba la línea del horizonte hacia el sur. La bandera japonesa ondeaba en su popa. Los pescadores, emocionados y con lágrimas en los ojos, saludaban blandiendo sus gorras. Nuestros protectores, pensaban. ¡Mierda! Cuando los veo, se me saltan las lágrimas.
La línea del horizonte de Nueva York es un monumento de esplendor al que pirámides o palacios jamás podrán igualar ni aproximarse.