Dices que tenemos libre albedrío, pero también aseguras que uno no tiene más que concentrar su voluntad sobre un objetivo para conseguirlo. Ahí hay una contradicción. Si no soy dueño y señor de mi voluntad, tampoco puedo concentrarla libremente sobre esto o aquello.
Tienen que insistir en que se les imparta la clase de educación que les estimule a pensar libremente y sin temor, que les ayude a investigar, a comprender; deben exigirla de sus maestros.
Es raro que haya tan pocos lectores en este mundo, pero tantas lecturas. La gente en general no lee por propia voluntad si son capaces de encontrar cualquier otra cosa que los entretenga.
Es raro que haya tan pocos lectores en este mundo, pero tantas lecturas. La gente en general no lee por propia voluntad si son capaces de encontrar cualquier otra cosa que los entretenga.