Los medios no están para aplaudir al gobierno socialista o al Partido Popular, están para decir su verdad
Hey, ella está bien. ¿Qué, es ilegal tener sentada a hombros a una chica bajita en un concierto de rock? ¿Dónde estoy, en la jodida casa de la abuela? Lo siguiente será que no se podrá beber, no se podrá aplaudir y no se podrá divertirse.
Un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando en él se puedan celebrar los partidos de fútbol sin árbitros.
Hoy, que se queman las utopías en el sucio fogón de las vergüenzas, los dramaturgos, son sus signos en el aire, reivindican la última y más indispensable utopía: la de inventar sueños, la de celebrar ritos pánicos a la vida, la de levantar un espejo mágico para que la sociedad vea sus heridas y se ría de ellas.
El narrador de mis libros es el hombre corriente. El grano de arena en la Historia. Aquel a quien nunca se pregunta, ese que desaparece sin dejar rastro, llevándose sus secretos a la tumba. Hablo de aquellos que no tienen voz. Los oigo, los escucho, los comprendo. La calle es para mí un coro, una sinfonía. Es infinitamente triste cómo todo se puede decir, susurrar y gritar en la nada.
Usted sabe que es eso de fraccionar, de montar expedientes extraños porque es un experto en cosas raras. Es hijo de la oscuridad administrativa y viene de otro mundo, Él supo cruzar la raya entre lo oscuro y la luz que representa el PP, Puede gritar a quien quiera, al mar, a las montañas, su credibilidad ha caído como una piedra sobre este hemiciclo
Yo le pido a (Alberto) Cantero que convoque urgentemente a la Comisión de Agricultura. Cantero, si quiere volver en paz a su provincia, convoque, o a lo mejor prefiere migrar. (...) Tendría que convocar por el bien de sus hijos y de sus nietos (Alfredo De Angeli, 21 de marzo de 2009).
Las revoluciones quisieron a menudo salvar a la democracia de sus enemigos, pero dieron a luz regímenes antirrevolucionarios al concentrar el poder, al convocar a la unidad nacional y la unanimidad del compromiso, al denunciar a adversarios con los cuales se juzgaba imposible la cohabitación pues se los consideraba como traidores más que como portadores de intereses o ideas diferentes.