La esencia de la acción es transgredir con una energía irracional el límite en el que está fijado la racionalidad.
Las normas establecidas con razón y con justicia, pueden dejar de ser útiles al cambiar las circunstancias, pero al permitir que continúen vigentes por la fuerza de la inercia, entonces, no sólo es justo, sino también útil, quebrantar aquellas que nos anuncian el hecho de que son inútiles, o incluso realmente perjudiciales
La desgracia puede debilitar la confianza, pero no debe quebrantar la convicción.
Oh, mujer, mujer. ¡Criatura débil y decepcionante! Ningún ser vivo puede desobedecer a su instinto, ¿es acaso el tuyo el de engañar?
Tenía la necesidad de destruir las viejas convenciones, de desobedecer a fin de recrear la vida y un mundo liberado.
Entonces tiene lugar la expulsión de la bestia triunfante, es decir, de los vicios que predominan y suelen conculcar la parte divina; se purifica el ánimo de errores y se le adorna con virtudes, por amor de la belleza que se ve en la bondad y justicia natural, por deseo del placer que deriva de los frutos de ésta y por odio y temor a la fealdad y displacer contrarios.
El poeta debe siempre, en todos los casos, contar con la palabra temblorosa, la que me cuenta la cosa, la que con su acierto puede vulnerar mi alma hasta hacerle gemir. La palabra puede convertirse en color, en sonido, en olor; es tarea del poeta usarla de manera que funcione, que nunca falle y nunca rebote.
Las extremidades de los patos son cortas pero si pretendes alargarlas, será con dolor. Las patas de las grullas son largas pero si las acortas, será también con dolor. Así lo que naturalmente es largo no necesita acortarse y lo que naturalmente es corto no necesita alargarse. De esta manera no será preciso quitar penas. Querer regular todo es vulnerar la naturaleza.
Cuando el gobierno (que no es lo mismo que la ley) comienza a contravenir las leyes, o a desoír los anhelos de reforma que el pueblo expresa, sobrevienen las revoluciones. Estos hechos históricos no son delitos en sí mismos, aun cuando en la práctica se los trate como tales cuando las revoluciones son vencidas.
No he cometido ningún delito, lo que hice fue no cumplir la ley. Porque es tonta: Pues claro que incumplir la Ley es un delito.
Es posible lograr que el pueblo siga al hombre bueno, pero nunca se le podrá forzar a que le comprenda.
Los excesivos gastos son principalmente el resultado de los esfuerzos del gobierno para redistribuir la riqueza y el ingreso en breve, para forzar al sector productivo a que sostenga al sector no productivo. Esto erosiona los incentivos al trabajo tanto de los entes productivos como de los no productivos.
Fue fácil pronosticar el fracaso absoluto de tan sabio gobierno, porque los hombres son estúpidos y prefieren cobijarse en los brazos de la esclavitud a pararse ante los vientos de la libertad y vivir de acuerdo con este difícil camino, y por su naturaleza prefieren robar que trabajar, dormir que vivir, comer que pensar, traicionar que ser fieles, deshonrar en lugar de honrar.
Se tiene el talento para honrarse con él, no para deshonrar a los demás.
¿Para qué convertir a los niños en malos fonógrafos, para qué profanar su tierna inteligencia? Basta excitar su curiosidad libre, mantener la elasticidad de su ingenio nativo, tan fácilmente asfixiado bajo las idiotas lecciones de texto; basta conservar el juego de su salud mental.
Unidos íntimamente, luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros más sagrados derechos.
La erudición suele deslucir el talento, en vez de realzarlo.
¿Napoleón emperador? Es un hombre como los demás -dijo Beethoven a su discípulo -. ¡Ahora va a pisotear todos los derechos humanos, sólo se guiará por su ambición, querrá ponerse por encima de todos, y se convertirá en un tirano!
Pueden reconocer un millón de veces al llamado Consejo Nacional de Transición, eso no tiene alcance alguno para el pueblo libio que va a pisotear vuestras decisiones.
La vida no podía ser esa cosa que se nos imponía y que uno asumía como un arriendo, sin protestar. Pero ¿qué podía ser?... Debía haber una contraseña, algo que permitiera quebrar la barrera de la rutina y la indolencia y acceder al fin al conocimiento, a la verdadera realidad.
Ocurra lo que ocurra, pensé, la vida continúa igual, y hacemos las mismas cosas, y seguimos celebrando las pequeñas ceremonias anexas a nuestra comida, a nuestro sueño y nuestro asco. No hay crisis capaz de quebrar la corteza de lo habitual.
La primavera es quizás una mano en la ventana, cuidadosamente acá y allá moviendo nuevas y viejas cosas mientras todos miran absortos cuidadosamente moviendo una quizá fracción de flor aquí colocando una pulgada de aire ahí y sin romper nada.
No te hagas juez, si con la virtud y la fuerza no eres capaz de romper las asechanzas de la injusticia