La ambición es implacable. Cualquier mérito que no puede utilizar lo considera despreciable
Mi orgullo caballeresco encuentra despreciable el hacer promesas.
Clara, bella y perfumada, era una tarde serena, de esas tardes en que el cielo todas sus galas ostenta, en que la brisa y la flor nos hablan con voz secreta, en que las bellas inspiran, en que medita el poeta, en que el infame se esconde, en que el pueblo se recrea.
Amar apasionadamente la vida, y luego deambular implorándote compasión a ti mismo por la ausencia ilimitada nacida de tu vacío, infame jardinero de la nada, sembrador de violetas y de pus...
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.
Aquella conversación me estaba interesando cada vez más. Yo era igual de depravado que los demás jóvenes de mi edad, y el carácter abyecto de mi propósito me importaba un ardite ahora que se habían despertado el amor propio y todas las pasiones que se mezclan en este tipo de romances.
La literatura sigue todavía sollozando por dos o tres estúpidos sentimientos artificiales y convencionales, siempre los mismos, empantanada en sus errores metafísicos, embrutecida por la falsa poesía del panteísmo idiota y bárbaro. He llegado a la convicción de que no hay nada más vacío, nada más estúpido, nada más perfectamente abyecto que la literatura
La amistad del mezquino es más peligrosa que su odio
Nada tan mezquino de miras como un hombre eternamente confinado en la política. Si fiel a su partido, se agita en órbita de microbio, no concibe nada más allá de su grupo y realiza una obra de interés personal o de egoísmo; cuando no, rencores y venganzas; si infiel a sus correligionarios, va de agrupación en agrupación ejerciendo el ignominioso papel de tránsfuga y merodeador público.
Existe un contraste repugnante en Inglaterra entre la esclavitud de la mujer y la superioridad intelectual de las mujeres escritoras
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los incautos.
En efecto, un país se considera tanto más desarrollado cuanto más sabias y eficientes son las leyes que impiden al miserable ser demasiado miserable y al poderoso ser demasiado poderoso.
La mujer que sabe tener en cuenta nuestra miserable naturaleza se convierte fácilmente en nuestra amada, nuestra indispensable y suprema esperanza.
Me parece fundamentalmente, deshonesto y dañino para la integridad intelectual creer en algo sólo porque te beneficia y no porque pienses que es verdad
Creer en algo y no vivir para ello es deshonesto
Es indigno de hombres excelentes desperdiciar las horas como esclavos en la labor de calcular lo que sin riesgo podría relegarse a alguien más si se utilizaran máquinas.
La envidia es una pena que causa turbación y que se refiere a la prosperidad, mas no a la del que es indigno de ella, sino a la de un igual o semejante.
El burgués, no conforme con poseer grandes tesoros de los que a nadie participa, en su insaciable avaricia, roba el producto de su trabajo al obrero y al peón, despoja al indio de su pequeña propiedad y no satisfecho aún, lo insulta y golpea haciendo alarde del apoyo que le prestan los tribunales, porque el juez, única esperanza del débil, hállase también al servicio de la canalla
¿Quiénes van a hacer la revolución social, sino los estafadores, los desdichados, los asesinos, los fraudulentos, toda la canalla que sufre abajo sin esperanza alguna? ¿O te crees que la revolución la van a hacer los cagatintas y los tenderos?
Todo eso está muy bien -prosiguió Bond-, El héroe mata a dos villano. Pero cuando el héroe Le Chiffre empieza a matar al villano Bond y el villano Bond sabe que él no es ningún villano, entonces ves la otra cara de la moneda. Héroes y villano se confunden entre sí.
Un villano en pie es más grande que un hidalgo de rodillas.
...los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido.
Y cuando sonríe incluso me parece que este cochino mundo tiene algo de futuro
Serpiente es la soberbia, serpiente es la avaricia, serpiente la lujuria, la ira, y la gula, serpiente la envidia; la pereza no es serpiente porque no pica, es un animal inmundo que duerrne en su fango su sueño perpetuo.
Serpiente es la soberbia, serpiente es la avaricia, serpiente la lujuria, la ira, y la gula, serpiente la envidia; la pereza no es serpiente porque no pica, es un animal inmundo que duerme en su fango su sueño perpetuo
Y ahora Harry, adentrémonos en la noche y prosigamos esta peligrosa e indeseable aventura.
Hoy el País Vasco es un cuerpo social infectado por una septicemia.
Para el puerco todo es porquería.
La mayoría de los escritores son gente tan fea que sus caras destruyen un sentimiento que quizá podría haberles sido favorable. Quizá soy demasiado sensible, pero varias veces me he sentido tan repugnado por esas caras que no he podido leer los libros sin que la cara se interpusiera. Especialmente esas caras de mujeres maduras gordas con ojos de cuervo.
La política es bella, aunque parezca fea por lo que se le entra del interés inevitable; y su beldad está en la fatiga difícil y dolorosa de los hombres en virtud por tener la república a salvo de los que negocian con la santidad de sus oficios.
Sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y vano. Para ser un guerrero uno necesita ser ligero y fluido.
Sería una torpe Iglesia del silencio la que callase por miedo a perder el último resto de sus antiguos privilegios, si callase por cobardía y falsa prudencia. Por fidelidad a Cristo, la Iglesia no puede callar. Una religión que no tenga la valentía de hablar a favor del hombre, tampoco tiene derecho a hablar a favor de Dios
¡Nada hay más tonto ni hace más desgraciado que la inteligencia!
Nadie es desgraciado sino por su culpa.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
Al cristianismo no se le debe adornar ni engalanar: él ha hecho una guerra a muerte a ese tipo superior de hombre, él ha extraído de esos instintos, por destilación, el mal, el hombre malvado — el hombre fuerte considerado como hombre típicamente reprobable, como hombre réprobo.
Tener no es signo de malvado y no tener tampoco es prueba de que acompañe la virtud, pero el que nace bien parado en procurarse lo que anhela no tiene que invertir salud
Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo temer a un Dios que es o malicioso o débil. Lo reto sin miedo y me preocupan un comino sus rayos
La falsificación de moneda, por tanto, es inflacionaria, tiene un efecto de distribución, distorsiona el sistema económico y equivale a un sigiloso y malicioso robo y a la expropiación a todos los legítimos propietarios de la sociedad.
La dignidad de una generación consiste en emplear su propio criterio para discernimiento de lo heredado, defendiendo, impulsando, mejorando todo lo sensato y sabio y disminuyendo, en lo posible, lo torcido y lo maligno
Uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.