Un hombre de experiencia sabe más que un adivino
Jamás un poeta alemán supo que yo componía versos; yo vivía entre escritores, pero ninguno de ellos adivinó que yo tenía una lapicera que carecía de alas y que titubeaba trémula sobre el borde del nido.
Por esto conservaréis el espíruto de Dios todo espíritu que confiese que Jesucristo ha venido en carne de Dios, es decir; tiene aprobación y licencia como profeta de Dios,...
Cuando lo descubrí fue un deslumbramiento asombroso. Me gusta el caos, no la disciplina, y él era el profeta del caos... Él empezó a hablar de otras cosas, metió la literatura en el rock. Me ha alimentado y me sigue alimentando.
Cuando en vez de sustituir las imágenes por las ideas, sustituimos las ideas por las imágenes, embrollamos el tema, oscurecemos su materia, volvemos menos clarividente el espíritu de los otros y también el nuestro.