Los abismos atraen. Yo vivo a la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos.
Los dramaturgos y los actores de esta orilla y de la otra, son lo que han creado y preservado espacios de libertad aún en los peores tiempo de la peste, la cólera, la persecución y el exterminio. Todos ellos, aparte del lenguaje, tienen en común el mismo deseo: reunir a un pequeño grupo de personas (cada día más pequeño) para celebrar la liturgia gozosa y cómplice del teatro.
Bailando con el enemigo, y si al borde del abismo, mejor
Los sistemas vivientes explicó Arnold no son como los mecánicos: los vivientes nunca están en equilibrio; son intrínsecamente inestables; pueden parecer estables, pero no lo son. Todo se mueve y cambia. En cierto sentido, todo está al borde del colapso.
Los mediterráneos suelen ser mares apacibles, fácilmente navegables, salpicados de islas y abundantes en festoneadas costas con calas y puertos naturales. Un mediterráneo, es pues, tan luego el hombre ha descubierto el arte de navegar, una inmensa calzada abierta a todos los rumbos.
¿Porqué todos hablan de lo que pasó ayer? Todo lo que importa es el juego de mañana
El culto hispánico religioso ha cedido paso a una nueva fe, en la que los sacerdotes emergen desde una cavidad subterránea y ofician con el pie