El beso que no te di se me ha vuelto estrella dentro... ¡Quién lo pudiera tornar -y en tu boca- otra vez beso!
La cristiandad tiene que hacerse de nuevo viva y eficaz, y formarse otra vez una Iglesia visible sin respetar las fronteras nacionales, que acoja en su seno a todas las almas sedientas de lo supraterrenal y se haga gustosa mediadora entre el viejo y el nuevo mundo