El hombre yerra por ser extremista
Creo que siempre me interesará el terreno afectivo, es decir, todo lo concerniente a los sentimientos: las relaciones de los padres con los hijos, las relaciones de enamorados y de personas que se quieren. Nunca haré una película puramente de acción ya que no soy un fanático de esto.
El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla
El problema es que el miedo te vuelve intolerante con los demás
Me he vuelto muy intolerante con las ideologías. Pertenezco a una generación de grandes sueños, de utopías de sociedades perfectas, y lo que ha ocurrido es que ha habido mucha sangre. He observado a gente de mi generación que tenía grandes esperanzas y ahora la veo muy rezagada respecto a sus expectativas. Ya no creo en esos sueños perfectos y maravillosos
El hombre yerra por ser extremista
El fanático cree poder enfrentarse al poder del mal con la pureza de sus principios. Pero al igual que el toro, se lanza contra la muleta roja en lugar de hacerlo contra el torero. De esta forma se cansa y sucumbe. Se enreda en lo accesorio y cae en la trampa que le tiende el más sagaz.
Creo que siempre me interesará el terreno afectivo, es decir, todo lo concerniente a los sentimientos: las relaciones de los padres con los hijos, las relaciones de enamorados y de personas que se quieren. Nunca haré una película puramente de acción ya que no soy un fanático de esto.
Sólo los fanáticos odian a las personas tanto como las doctrinas. Uno puede ser intolerante con las teorías falsas, pero tolerante con quienes las sustentan, a condición de que no medren con ellas.
Me he vuelto muy intolerante con las ideologías. Pertenezco a una generación de grandes sueños, de utopías de sociedades perfectas, y lo que ha ocurrido es que ha habido mucha sangre. He observado a gente de mi generación que tenía grandes esperanzas y ahora la veo muy rezagada respecto a sus expectativas. Ya no creo en esos sueños perfectos y maravillosos