De la ruda labor del brazo vivimos todos, los ignorantes y los sabios. De la cómoda labor de éstos, vive el que puede. No llegan los frutos de su ciencia a la multitud ineducada y zafia; no llegan sus espléndidas luces al fondo del pozo minero, al antro industrial, a la covacha miserable del asalariado
Haré del mundo un antro fantasmal e irrespirable. Volveré histérica a cuanta criatura se agita.
De la ruda labor del brazo vivimos todos, los ignorantes y los sabios. De la cómoda labor de éstos, vive el que puede. No llegan los frutos de su ciencia a la multitud ineducada y zafia; no llegan sus espléndidas luces al fondo del pozo minero, al antro industrial, a la covacha miserable del asalariado
Con frecuencia, un perezoso es un rebelde sublevado ante la idea de estar toda la vida atado a un banco, trabajando para dar placeres al patrón, al que sabe más estúpido y sin más razón que la de haber nacido en un palacio en vez de un cuartucho
¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mayor.
Soy un diablillo intenso y resuelto: terriblemente patoso y tan tenso que no entiendo como la gente puede soportar estar en la misma habitación que yo. Lo que sí sé es que yo no me soportaría
Si no entras en la madriguera del tigre, no puedes coger sus cachorros