Prefiero ser esa metamorfosis ambulante que tener aquella vieja opinión formada sobre todo.
Al sublimar el proceso de metamorfosis personal, nos proyectamos sobre el supuesto de la amistad verdadera.
El hombre se convierte en hombre porque Dios se hizo hombre. Pero el hombre no se convierte en Dios. Por consiguiente él no pudo ni puede realizar la transformación de su figura, sino que el mismo Dios transforma su figura en la figura del hombre, no para que el hombre se convierta en Dios, sino para que el hombre se convierta en hombre ante Dios.
Se trata de un camino donde uno se construye a sí mismo. Yo encontré que ese camino era común en muchas culturas. Desde la más remota antigüedad, diferentes escuelas enseñaron veladamente la única libertad posible para el hombre: su transformación voluntaria.