Es posible que la frase dictadura del proletariado no tenga sentido alguno. Tanto valdría decir; la omnipotencia de los conductores de autobús. Es evidente que si un conductor fuese omnipotente, no conduciría un autobús.
Lo primero que hay que hacer para conducir es tener la masa, ya que para hacer guiso de liebre lo primero que hay que tener es la liebre. Primero hay que formar el contingente que se va a conducir, porque con el conductor solo no se conduce nada. La conducción es posible cuando existe el objeto que se ha de conducir.