La ignorancia no es no saber sino no querer saber.
La ignorancia no degrada al hombre más que cuando va acompañada de la riqueza
La incultura es una de las desgracias más grandes de mi raza...La educación de los hijos de mi raza es algo que no debe pasar inadvertido para los gobernantes y para los ciudadanos. Nunca al problema educativo se le ha dado la atención necesaria...
Una vuelta por cualquier barrio de México, por cualquier campo de Perú, por la pampa rubia, y verán que la miseria, el hambre y sobre todo la incultura siguen siendo las mismas
Estamos juntos para no dejar que nuestro país retroceda, en la lucha para no dejar que las fuerzas del atraso vuelvan, en la lucha para no dejar que aquellos que siempre gobernaron este país para los ricos vuelvan para excluir a los más pobres
Sin desarrollo nacional no hay bienestar ni progreso. Cuando hay miseria y atraso en un país, no solo sucumben la libertad y la democracia, sino que corre peligro la soberanía nacional.
No se puede perder de vista el hecho de que somos un país dependiente, colonizado también en materia cultural. Tampoco se debe olvidar el grado absurdo de oscurantismo y de quedantismo que nos regía a nosotros, y que nos sigue rigiendo, en verdad.
La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía
El pabellón chileno es sagrado, y a su sombra podemos todos, gobernantes y gobernados, unirnos en íntimo efusión, para bendecir a la Providencia que nos bendice, y para congratularnos por las conquistas del progreso y del ingenio humano.
No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.
Me senté, mirando aquel paisaje rico en bosques, refulgente con la luz majestuosa y melancólica que a cada momento disminuía más. Los rincones de la habitación se encontraban ya en sombras. Todo oscurecía y la lobreguez insensiblemente afinaba mi mente, de por sí preparada para lo siniestro. Esperaba a solas su llegada, que no tardó en ocurrir.
Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche.