Llegando a ser anarquistas, le declaramos la guerra al amontonamiento de mentiras, astucia, explotación, depravación, vicio. La declaramos a esa manera de pensar, obrar. El gobernado, el engañado, el explotado, la prostituta lastiman, ante todo, nuestros sentimientos de igualdad. En nombre de esa igualdad, no queremos ni prostitutas, ni explotados, ni engañados, ni gobernados
Pero ni aun así adquirió el difunto un aspecto púdico y decente: era un muerto de carnaval, ni siquiera mostraba sangre de bala o de puñalada corriéndole por el pecho que pudiera rescatarlo de su condición de mascarita.
Un día, volvió, el celoso, de improviso. Se la encontró, a la guapiña, de palabrita arriba de dos caballeros; fue tan su conmoción, que sacó el revolver y disparó primero a ella y después a sí mismo, una bala en plena boca. Murieron abrazados. — Hacía un cuarto de hora apenas que había salido.
Viraje del mundo hacia un 2002. Llega la atómica sin solución y estallará al fin. No es verdad la actual actitud de las naciones al decir y hablar de paz. Ellos comercian con la guerra organizada. Ellas atemorizan con el hongo azul, creyendo que jamás se llegará a las manos pero el recio amarillo dirá: ¡va! y en ofuscación ¡irá! después final de finales. Principio de principios. Luz
El mal no es nunca radical, sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.